¿Qué hacemos si, como peatones o como conductores de un vehículo, nos topamos con un accidente de moto? Primero, debemos ser conscientes de la obligación legal de atender a los accidentados. Es lo que se llama «deber de socorro» y su omisión está penada.
Artículo original por Miguel A. Sánchez para el blog de RACC
PAS: Proteger / Avisar / Socorrer
En sus pasos básicos, la atención a un motorista no se diferencia de la atención a otro accidentado. Sí obliga a extremar la atención en ciertos puntos y añade una precaución específica con relación al casco. El protocolo clásico es el «PAS»:
1. Proteger
Si circulamos en un vehículo, detenernos en una zona segura, ponernos el chaleco reflectante y señalizar el entorno con los triángulos reflectantes. En otras palabras, protegernos a nosotros mismos mientras prestamos auxilio, proteger el lugar con una señalización adecuada y proteger al accidentado. Este último punto es especialmente importante en el caso de motoristas que, tendidos en el suelo, pueden resultar invisibles para otros usuarios.
2. Avisar
Ya podemos acercarnos al herido, ver si está consciente y hacerle notar nuestra presencia. Tras valorar la situación, la llamada inmediata al servicio de emergencias 112 es fundamental para iniciar la cadena de asistencia y reducir el riesgo de que se agraven las lesiones. Al llamar, debemos indicar claramente la localización del accidente, las características y número de vehículos implicados, y el número de heridos y la máxima información sobre su estado.
3. Socorrer
Es la parte más delicada y de más riesgo para el accidentado, especialmente en un entorno de nervios y desconcierto. La norma general recomienda no mover en ningún caso al herido hasta que no llegue la asistencia. Pero si no hubiera más remedio hay que mantener el eje «cabeza-cuello-tronco»: moverlo en bloque y evitando desplazamientos de la cabeza o el cuello con respecto al tronco. Así evitaremos que se agraven posibles lesiones en la columna cervical y el sistema nervioso central. Por esta misma razón, al socorrer a un motorista, hay que evitar quitarle el casco. También hay que evitar quitarle los guantes o la ropa.
Mientras esperamos la llegada de los servicios de emergencia, nos mantendremos junto al accidentado para evitar que se mueva. También para tranquilizarlo. En función de la gravedad y si tenemos los conocimientos necesarios, podemos realizar maniobras de reanimación. Si no sabemos cómo atenderle, es preferible esperar la llegada de la emergencia experta.